CASCADA "EL NEGRITO" SAN CASIMIRO
ESTADO ARAGUA
Excelente fin de semana pasamos gracias a la invitación de los amigos de la UNEXPO Charallave
Sábado, 24 de mayo de 2003
Salir bien tarde fue lo de menos, dos horas de rodar y rodar hasta salir del Estado Miranda, por los lados de Cua “Betania”.
Después de un buen tiempo de autopista, mucha música y una bolsa de cheese tris ; llegamos como a las 4:30 p.m. a la localidad de San Casimiro, Edo. Aragua. Allí contactamos por teléfono a nuestra querida anfitriona Eilin acompañada por el comité de bienvenida Liliana y Manuel. Dejamos el carro en casa de nuestra Eilin; después de los últimos preparativos y unos cuantos mangos nos encaminamos hacia la parada, donde tomaríamos el bus que nos dejaría en la entrada de “el negrito”, son como 5 minutos desde San Casimiro hasta dicha entrada.
A golpe de 5:30 p.m. comenzamos la caminata hasta donde pernotaríamos. recorrimos 1:30 horas de subida pasiva, por un lugar ganadero de pocos árboles y vegetación escarpada, con muchas lomas altas de verde limon. A nuestra derecha en la otra fila de montaña , no nos dejaban de acompañar por el paisaje del camino, las antenas repetidoras de San Casimiro, y ha nuestra izquierda un par de morros majestuosos con vegetación selvática, que se erigían imponentes con una altura aproximada sobre nosotros de 600 m.s.n.m. Nuestra primera parada fue en un pequeño riachuelo donde tomamos unos refrigerios, luego de 15 minutos de descanso retomamos la caminata; al cabo de un rato cruzamos un porton rojo que anunciaba la pronta llegada, luego nos desviamos de la carretera de tierra y tomamos un sendero que nos llevo hasta el rió, allí nos esperaba un grupo diez personas integrantes de la UNEXPO de Charallave con la comida ya lista, “gracias a dios” teniamos mucha hambre; antes de comer, Manuel nos mostró la majestuosa caída de agua que prontamente tomaríamos como punto de salto.
Al caer la noche después de deleitar nuestros sentidos con tan hermoso atardecer, tan impresionante caída y tan innumerables constelaciones que nos dio el escarpado cielo nocturno, nos reunimos en el campamento para conocernos mas, entre risas y juegos. Al cabo de un rato uno por uno se los fue llevando el cansancio, el sonido de el rió y la gran variedad de especies de sapitos que con su serenata nos dormían en ese suave clima de montaña.
Domingo, 26 de mayo del 2003.
Al amanecer, a primera hora nos despertamos uno por uno, a pesar del frió que el rió traía. Después de desayunarnos Bruno, Víctor y Yo presentamos al grupo el equipo de ascenso y descenso y dictamos una corta charla para un descenso seguro. Luego bajamos hasta la caída para montar los puntos de salto; dos líneas estáticas de 11m.m. (nada mas seguro que esto). 45 metros de caída, muchos de los participantes lo veían como imposible por ser primera vez, pero ya estaban sobre aviso, con el equipo puesto y en la plataforma de salto lo único imposible era retractarse. Primero salte para revisar ruta y dar confianza de lo sencillo que era, luego uno por uno fueron probando el delicado sabor de la adrenalina y cambiaron su miedo por emoción. Muchos repitieron el salto, mientras unos pocos quedaron abismados por la altura o por la poca práctica de caminar en verticales.
Cuando comenzó a caer la tarde el hambre comenzó ha acechar, recogimos el equipo de salto y nos refrescamos en un gran pozo que estaba sobre la caída (gran pozo no por lo grande , si no por lo profundo) luego del refrescante baño nos regresamos al campamento para comer y recoger todo, para nuestro pronto y lamentable regreso a la bulliciosa urbe. Aunque nuestros bolsos algo pesados por el equipo mojado (si no, que lo diga Bruno, que el hombre cargaba la cuerda de 100 metros) nos dejamos llevar por la suave bajada hasta llegar a la entrada de “El Negrito”; bajamos súper rápido, nos tomo 1:30 h. El descenso de la montaña.
Al llegar a la carretera pavimentada la despedida fue breve, me imagino que es por lo que reza el sabio dicho “una despedida rápida trae un pronto encuentro”, ojala que así sea ,me gusto bastante el lugar y la gente con la que compartí.
Al cabo de un rato llego el bus que nos llevaría a Eilin, Víctor, Bruno y a mi hasta la población de San Casimiro; al llegar a casa de nuestra anfitriona acomodamos bien el equipo en el carro y mientras Víctor y Bruno socializaban con los padres de Eilin, yo secuestre su baño para darme un duchaso; Dios! Gracias ha ese baño serví de buen copiloto de regreso, ese largo día nos había dejado agotado. Luego de unas mangas que nos ofreció el padre de Eilin y otra breve despedida de tan acogedora familia, nos dispusimos a tomar vía de regreso,1:30h. nos tomo de regreso hasta caracas. “Lo bueno fue poco el tiempo que nos tomo en ir y venir, que en el disfrutar de tan maravilloso lugar”.....JOHANN A.C.
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