Guiripa-Carmen de Cura 2007
San Casimiro de Güiripa– San Sebastián de Los Reyes – Carme de Cura
Por: Melvin Gallo
Vehículo: Yoperos:
Machito Alfredo Rodríguez y Patricia Puche (como guías)
Caribe Melvin Gallo, Pedro Rivero y Maiglys Mota
Greatwall Leon Perez (Troll) y Daniela
Range Rover Adolfo Bonacia y Betty Marcos
Autana Nicol Catalano
Machito (lona) Freddy Carrillo y Miguel Angel Suárez (como invitados)
Las fotos son solo del tramo guiripa-san sebastian
Sábado 21 de Julio
Nos reunimos como siempre en la E/S de Maitana y da ahí salimos vía San Casimiro, pasando por el monumento/parque para la Virgen de Betania. Al pasar San Casimiro, deberíamos comenzar a buscar la entrada para el poblado de San Casimiro de Güiripa, rodamos como 10 minutos y por no prestar atención, nos pasamos la entrada.
Nos devolvimos y seguimos la ruta indicada en el GPS. Sin ninguna novedad llegamos al pueblo de Güiripa, muy simpático por cierto, allí tomamos fotos de la iglesia y de la plaza Bolívar. Para asegurarnos que vamos en la vía correcta, preguntamos y nos habían informado que debíamos pasar la entrada de una hacienda llamada La Trinidad.
Apenas entramos al camino de tierra, en la parte exterior de la propiedad privada, un frondoso mango cargado de fruta nos detuvo. No había nadie a quien pedir permiso para recoger la fruta así que optamos por agarrar ese mango bajito como reza el refrán popular, así que tomamos algunos mangos para nuestro consumo durante el trayecto. Las normas de buena conducta dadas estas circunstancias no aplican, ya que el árbol estaba a la orilla del camino, no había casas ni personas alrededor, por lo que tomamos la fruta sin mayores preocupaciones
Antes de perder mucho tiempo degustando tan singular manjar, Alfredo nos indica que es hora de seguir, ya que esta ruta es nueva para nosotros y no sabíamos que tan difícil pudiera estar mas adelante.
Seguimos rodando y nos encontramos una bomba de barro en donde nuestro guía Alfredo le tuvo que dar varias veces hasta que logró salir. Era mi turno y todos apostaron a que me ganaría el premio Yuca una vez más, pero como la trilla ya estaba marcada, y además se me atoro el pie en el acelerador, pues logre pasar contra todo pronóstico en el primer intento. Todos me aplaudieron ya que la famosa Yuca, premio especial por pegarse en el barro, salio ileso y logro pasar.
Siguieron los otros vehículos, el camarógrafo salió lleno de barro hasta la frente…quedo de tintorería!!! cortesía de Troll y de los fabricantes chinos también. De ahí en adelante, nos conseguimos con unas rectas de barro muy interesantes. La adrenalina fluyo por nuestro torrente sanguíneo. Inmediatamente venían unas bajadas y como el terreno estaba húmedo, pues los carros patinaban casi solos, fue un constante zigzag, había partes que demandaban la pericia de los pilotos, ya que la tendencia era terminar en unas piedras filosas, pero todos tuvimos la habilidad de pasar ese tramo sin contratiempos.
Mas adelante nos conseguimos con mas barro y muchas trochas profundas y en muy malas condiciones, necesitamos de un guía externo para que nos indicara por donde debíamos pasar, había unas partes que el vehículo se inclinaba mucho y daba la sensación de que uno se iba a voltear, finalmente pasamos todos y seguimos adelante.
En esta ruta en particular, además de brindarnos unos paisajes muy hermosos, también nos encontramos con una zona sembrada de mandarinas y toronjas. Estos cítricos no crecieron por si solos como lo es el caso del mango que nos encontramos anteriormente, alguien los sembró con algún propósito. De nuestros múltiples paseos y conversas con los pobladores hemos aprendido que la fruta NO SE PUEDE tomar sin el consentimiento previo de sus dueños. Ellos consideran, con toda razón, que nosotros los rustiqueros los estamos robando. Por lo tanto, se deben agotar todos los medios para lograr la comunicación con los campesinos y ofrecerles comprar su producto, hacer un trueque por unas frías o la conversa resulta ser muchas veces el mejor pago para ellos. De lo contrario, estamos sembrando un repudio hacia los practicantes de este deporte por una mala conducta que por ignorancia o desidia, que conlleva a un resultado que no queremos, ser mal vistos por las comunidades que transitamos.
Si ustedes recuerdan uno de los relatos de nuestros paseos anteriores en relación a una mano de cambures, al no poder encontrar a los campesinos, en la reunión de pilotos se decidió dejar el valor monetario en la puerta de la casa por la fruta que tomamos en un caso de emergencia, ya que habíamos agotado nuestras provisiones de comida para ese entonces y necesitamos comer algo por nuestra salud.
Pero en esta oportunidad, logramos hablar con los campesinos que muy gentilmente nos cedieron la fruta para nuestro consumo la cual no titubeamos en aceptar con una sonrisa de oreja a oreja. Nunca dejamos de sorprendernos de los buenos resultados que da el dialogo con nuestros trabajadores del campo.
Al seguir con nuestro paseo, nos conseguimos un poco mas adelante con otra bajada muy inclinada y erosionada, con muchas piedras en el medio. Nuevamente haciendo uso del guía externo logramos pasar sin inconvenientes. Después de muchas trochas y camino malo llegamos a una intersección cerca de un potrero. De seguir bajando, llegaríamos al poblado de Tiara y sabemos que no existen buenas pozas en ese camino. Pero si subimos en busca de San Sebastián de los Reyes, hay unas pozas formidables. Nos indicaron que ese camino estaba en malas condiciones, así que teníamos sobradas razones para enfilarnos por ese trayecto. El resultado de nuestra votación en la reunión de pilotos fue unánime. Pozas y camino difícil.
Rodamos y conseguimos ramas caídas, pero nada difícil que no se pudiera resolver con el machete, picamos y seguimos nuestra ruta buscando un pozo para bañarnos. La mayoría de los pozos que vimos estaban muy bajos, incluso algunos estaban secos. Seguimos rodando y divisamos un fabuloso pozo. Cuando nos acercábamos vimos algo que se movía en el agua y resulto ser una culebra verde.
Seguramente cayó al agua tratando de escapar al escuchar nuestra presencia y la orientamos a salir por la parte más fácil para ella, ya que intento subir por las inclinadas piedras sin éxito y daba vueltas dentro del pozo y temíamos que se fuera a ahogar, así que la ayudamos a escapar de nosotros, los invasores de su territorio.
Los gritos de Maiglys y las demás chicas definitivamente ayudaron en esta labor. Nos hicieron revisar casa centímetro del pozo y sus alrededores antes de tocar el agua, de nada sirvió tratar de explicarles que con los gritos que ellas habían propinado era más que suficiente, ellas necesitaban vernos remover los matorrales y caminar por el área para sentirse "seguras".
Luego de semejante requisa, todos nos bañamos y disfrutamos del pozo y de su cascadita. Luego comimos algo y de ahí salimos a buscar un sitio donde acampar. Las pozas tienen varios inconvenientes a saber, la plaga, muchas piedras y los vehículos quedan lejos de la posible zona de pernocta.
A eso de las cinco de la tarde, comenzamos a analizar las posibles opciones que teníamos para montar nuestro campamento, optamos por salir San Sebastián de los Reyes y dirigirnos a Carme de Cura y tratar adentrarnos lo mas que pudiésemos antes de estar muy agotados o que fuese demasiado tarde. Hacer el paseo nocturno pasó por nuestras mentes, pero el agotamiento nos gano la batalla.
Cuando empezamos a entrar en la trocha, lo primero que nos conseguimos fue un pequeño árbol caído, lo picamos y seguimos hasta llegar al primer paso del río, en donde esta el famoso teleférico que suponemos usan los pobladores para cruzar cuando el río esta crecido, aunque la enredadera que tienen las guayas nos dice que no lo han usado en mucho tiempo. Cuando realizamos el tercer pase del río, divisamos un espacio muy bueno y decimos acampar. Preparamos el campamento y cada uno se acomodo, luego cenamos y hablamos por un rato, ya eran las 12:30 A.M. cuando decimos irnos a dormir.
Domingo 22 de julio.
Ya saliendo el sol nos despertamos poco a poco hasta que sin darnos cuenta todos estábamos desayunando, es increíble que sin importar el cansancio, todos nos levantamos. Pareciera que al aire libre, sencillamente no provoca seguir durmiendo.
Al poco tiempo comenzamos a recoger nuestro campamento, cerciorándonos de recoger cualquier vestigio de nuestra pernocta para poder seguir con nuestra nueva aventura.
Nuestro norte sería la trilla que conduce desde Carmen de Cura hasta La Democracia, es decir, hacer el mismo recorrido del paseo de Junio, pero en sentido inverso, que aunque muchos piensen que es igual, pues los recorridos a la inversa son totalmente diferentes.
Empezamos a realizar los vadeos respectivos, pero al igual que las pozas del día anterior, el caudal del río estaba bajo como para que nos dieran problemas, seguimos rodando y nos encontramos con una gran grieta. Podíamos mejorar el camino con los picos o designar un guía externo para agilizar la maniobra, así que optamos por esta ultima y logramos pasar sin siquiera mirar a la grieta, solo concentrados en las instrucciones del guía.
Mas adelante llegamos a un potrero, que en esta oportunidad, estaba cerrado con candado. Recuerden ustedes que transitamos por Propiedad Privada. Como no es la primera vez que esto nos ocurre, pues ya sabemos que puerta tocar para que nos abran el portón.
El capataz gentilmente nos abrió para que pudiésemos continuar, pero también se aseguro de regañarnos, ya que el grupo anterior, que no sabemos cuando paso, dejo el portón abierto. No estamos seguros que hayamos sido nosotros mismos en el paseo de Junio, quizás, pero bueno, nos aguantamos la queja y prometimos correr la voz entre los grupos para que cierren los portones, incluso si los encuentran abiertos, siempre deben quedar cerrados. Esta es una responsabilidad del grupo. El líder para notificar del portón abierto cuando lo ve (a veces los falsos no se ven titados en el piso) y el ultimo en pasar, debe detenerse, cerrarlo y confirmar la acción por radio.
Nos despedimos de los campesinos y seguimos nuestro itinerario. Encontramos una buena trocha de barro y más obstáculos en el camino pero todos se fueron solventando. El paseo se ponía interesante, teníamos acción todo el tiempo. Seguimos y como a eso de las 11 a.m. decimos buscar un lugar para refrescarnos y preparar el almuerzo. Finalmente conseguimos un buen pozo, con gradas naturales y todo. Allí mismo nos dimos un chapuzón e ingerimos un almuerzo liviano.
Continuamos nuestra ruta sin novedad hasta que como las 3 P.M. empezó a ponerse el cielo oscuro y negro. A los pocos minutos empezó a llover, ahora si se va a poner la cosa buena, pensé por un instante, ya que vienen los tramos de piedras que son muy resbaladizos cuando están secos, ni les cuento mojados.
Al poco rato nos conseguimos con trochas de barros muy interesantes como era de esperarse, había mucha vegetación así que entre la lluvia y las ramas se dificultaba ver el carro que teníamos adelante.
Nos detuvo una zanja, en esta oportunidad optamos por trabajarla con los picos, así que se sacaron las herramientas y le dimos unos toques técnicos al obstáculo. Comenzamos la maniobra, me toco de primerito y me contaron que hasta levante las ruedas. Luego vino Alfredo y también levanto la rueda izquierda delantera a una altura considerable, y así todos tuvieron su emoción en esa zanja.
Seguimos y nos conseguimos con la ultima trocha de barro, ya que lo que venia después era pura bajada y muy inclinada por cierto. Bajamos muy lentamente, ya que siendo una superficie de lajas de piedra, los vehículos patinaban y nos tiraban hacia el barranco o los árboles del otro lado. En las lajas no hay trilla que nos mantenga en la dirección correcta, solo volantear y jugar levemente con el acelerador, si frenas pierdes.
Después de patinar todos los vehículos y dando algunos brincos llegamos la parte plana, finalmente habíamos superado esa bajada. Seguimos con la ruta y llegaron las ultimas subidas, estas si que estaban mojadas y con bastante barro, empezamos a subir lentamente. En la zona rocosa los carros patinaban pero había que mantener el movimiento, así que había que acelerar un poquito para no dejar de movernos.
Subimos patinado de lado a lado pero manteniéndonos dentro de la trocha, finamente llegamos a la parte plana, más barro y más zanjas pero logramos pasar todo y continuamos el trayecto.
Se escucho por la radio que la Range tenía problemas, así que nos detuvimos. Era un asunto con los frenos. Después de 45 minutos de echar llaves, la situación fue resuelta y seguimos nuestro viaje hasta llegar a Ocumare del Tuy, de allí es solo cuestión tomar la autopista rumbo a Caracas, ya eran las 10 P.M. Nos despedimos en la autopista por los radios y cada uno se fue a su casa después de haber disfrutado de un buen paseo y de compartir de nuevo entre nosotros... el comentario final fue de que la pasamos de lo mejor.
Melvin Gallo
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